jueves, 8 de noviembre de 2012


Hola a todos, a continuación le mostramos una pequeña autobiografía educativa de la cual hemos elegido la parte más representativa y emotiva de cada una de las participantes de este blog.

Mi nombre es Pinemalo nací en el norte de Argentina, allí pase mis primeros años de vida rodeada de toda mi familia y siempre entre algodones. Empecé mi trayectoria por la escuela en una guardería llamada Oaky, allí tuve mis primeras experiencias sin mis padres y donde conocí a mis primeros amigos. Donde además de colorear, jugar en el parque, llenarnos de barro, de pintura y hasta de comida, aprendí a compartir con los demás y a darme cuenta de que por mucho que lloraras mama y papa ya no venían a recogerte y aunque tuvieras mucho sueño no podías dormir en la cama de las muñecas. De esta etapa tengo muchos recuerdos y algunos de ellos son los cumpleaños que pasábamos en la guarde, llenos de payasos, música, juegos y lo mejor era que ese era el único día que venían los papis a vernos. Pero cuando cumplí 6 años recibí la noticia de que mis padres habían tomado una de las decisiones mas difíciles que les plantearía la vida, y que mis hermanas y yo valíamos mas que el mayor de los tesoros, ya que para sacarnos adelante decidieron venir a vivir a España en busca de un futuro más prometedor, sin nadie que pudiera echarles una mano.
Mi segunda etapa se desarrolla en otro lugar, otra casa y por consiguiente un nuevo colegio, nos mudamos a la Costa del sol, cuando me dijeron que tenia que mudarme sentí pánico, llevaba desde la guardería con los mismos amigos, pero gracias a esto descubrí un mundo nuevo, estaba en un colegio en el que la mayoría de sus alumnos eran extranjeros, me adapte rápidamente sin ninguna dificultad, de pronto tenia amigos de Argelia, Bélgica, Inglaterra, Marruecos, Colombia, Argentina o China.
Me siento realmente afortunada, ya que pude observar un poquito de cada uno de ellos, de sus países, y sus culturas, eran completamente diferentes. Pero lo mas sorprendente de todo era lo bien que congeniaba con todos y cada uno de ellos, se incrementaron mis experiencias y a día de hoy la mayoría de mis amigos son de gran diversidad cultural.
Con estas nuevas vivencias me surgió una pregunta, ¿como pueden sentirse unas personas superiores a otras?
Mis propios amigos han padecido alguna vez de abuso escolar, de comentarios ofensivos solo por ser de Marruecos o China, les han hablado con desprecio solo por ser diferentes a un estereotipo impuesto y les he visto llorar.
No naces racista, aprendes a serlo sin querer en esta sociedad, de manera que, a veces consciente e inconscientemente, actúan de manera racista, vivimos en una sociedad que implica prejuicios hacia otras personas. Culpa de ello también la tiene el tradicionalismo de algunas personas, que se conforman con lo que piensan y no se molestan en conocer.
Deberían promover en esta sociedad la igualdad, la educación multicultural, la integración social y la tolerancia.
Me gustaría citar una frase de Miguel de Unamuno: “El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando”.
Luego llegó la de la ESO, en la que se supone que enseñan más y dejas de tener tanto contacto con el profesor y además ya vas ,digamos, ”madurando”, aquí prácticamente no importa el jugar sino el quedar con amigas, las típicas tonterías de los “novietes”, los viajes, las fotos, etc. pongo madurando entre comillas porque como es evidente una persona con esos pensamientos no es madura, pero en mi caso, o para mí ocurrieron ciertos acontecimientos familiares que me hicieron madurar a lo largo de la ESO.
De aquí recuerdo con especial cariño a una profesora llamada María José Alfaro por la que empezaron a gustarme las matemáticas, hasta un punto en que casi decido estudiar para poder ser profesora de matemáticas, tanto por su forma de dar clase como sus métodos de enseñanza, que eran los de siempre, pero no sé, ella estaba siempre muy cercana y preocupada por nosotros. A partir de tercero las cosas del instituto comenzaron a mezclarse con los problemas familiares que han durado hasta hace un mes y que en realidad te hacen madurar. Esto no quiere decir que a partir de aquí cambiase, sino que ya mi prioridad no era tanto el estudiar sino los problemas familiares, a pesar de ello seguí estudiando y sacando buenas notas.
Finalmente entré para hacer Bachillerato al Politécnico Jesús Marín, verdaderamente es donde peor se pasa, donde mas agobiado estas, ya que continuamente te hablan de selectividad. Esta etapa de mi vida la recuerdo especialmente, para mí fueron años de lucha, superación y esfuerzo de mi parte. Historia se convirtió en mi asignatura preferida, años atrás la odiaba, pero para mí fue la manera de dar clases el profesor, las horas de historia se pasaban voladas, ya que no era el típico profesor que se sentaba en una silla a leer lo que ponía en el libro, no, él las hacia interesante a través de sus Power Points que estoy segura que le llevaban días en realizarlos, a este profesor le agradezco mucho ya que me acompañó durante estos dos últimos años y fue muy bueno con toda la clase.
 A finales de 1º de bachiller me quedé embarazada, fue una situación bastante difícil, pero yo estaba segura de lo que quería, seguir adelante con todo, pero principalmente con mis estudios. Me llegaron rumores de lo que decía la gente respecto a mí: que no iba a ser capaz de sacármelo, que seguro que iba a repetir, etc, pero me daba igual yo quería dar todo de mí, por lo menos quería intentarlo
Y fueron pasando los meses de segundo de bachiller, el primer trimestre me lo saqué entero, no me quedó ninguna, el segundo trimestre lo tuve que sacar sin ir a clases ya que en enero nació mi hijo, a pesar de estudiar por mi cuenta y gracias a amigos que me han apoyado y ayudado me lo saqué también entero. El tercer trimestre comencé a ir a clases, se me hacía muy difícil ir y dejar al bebé en la casa, pero lo tenía que hacer por él. Terminó el curso y todo me salió como quería, aprobé todo con muy buenas notas, y selectividad también y hoy en día estoy orgullosa de estar cursando una carrera. Fue un año muy difícil para mí, pero aprendí a valorar muchísimo más las cosas en la vida y a luchar por lo que me proponga.

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